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Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de mortalidad, seguidas del cáncer y las enfermedades respiratorias. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), las enfermedades del corazón provocaron en el año 2013 un total de 117.484 defunciones, lo que supone un 30,09% del total de muertes.

Una dieta equilibrada (basada en frutas, verduras, pescado, legumbres, poca carne roja…), practicar ejercicio de manera regular y abandonar el hábito tabáquico podrían reducir de forma espectacular las estadísticas de enfermedad cardiovascular.

Se consideran potentes factores de riesgo cardiovascular: hipertensión, hipercolesterolemia, sobrepeso y obesidad, sedentarismo, abuso de alcohol, tabaquismo y diabetes.

De entre las enfermedades del corazón más comunes se encuentra el infarto agudo de miocardio, el ictus, la angina de pecho, la fibrilación auricular y la insuficiencia cardiaca.

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  ¿Cómo funciona el corazón? El corazón es el músculo que bombea la sangre rica en oxígeno y nutrientes a los tejidos del cuerpo a través de los vasos de la sangre. El corazón mantiene la sangre en movimiento en el cuerpo de forma unidireccional, es un circuito cerrado, nada se pierde. Los atrios reciben la sangre que vuelve al corazón, los ventrículos bombean la sangre del corazón hacia fuera. Las arterias transportan la sangre oxigenada desde el corazón hacia los tejidos del cuerpo. En los tejidos se extraen los nutrientes y vuelve a través de las venas.  Las venas transportan la sangre de vuelta al corazón.
  El corazón y el aparato circulatorio componen el aparato cardiovascular. El corazón actúa como una bomba que impulsa  la sangre  hacia los órganos, tejidos y células del organismo. La sangre suministra oxígeno y nutrientes a cada célula y recoge el dióxido de carbono y las sustancias de desecho producidas por esas células. La sangre es transportada desde el corazón al resto del cuerpo por medio de una red compleja de arterias, arteriolas y capilares y regresa al corazón por las vénulas y venas. Si se unieran todos los vasos de esta extensa red y se colocaran en línea recta, cubrirían una distancia de 60.000 millas (más de 96.500 kilómetros), lo suficiente como para circundar la tierra más de dos vece